El estudio de las enfermedades a través de la sangre y fluidos corporales, se realiza mediante los dispositivos de analizadores de química clínica o laboratorio, los cuáles son analizados para diagnosticar las patologías de los pacientes, para concretar información en la prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades.
Los estudios de Hematología son fundamentales por su impacto en la salud y los avances médicos; esta rama de la medicina se encarga del estudio de la sangre, los glóbulos rojos (cualidades y cantidad), los glóbulos blancos y las plaquetas que componen la sangre.
El empleo de los reactivos sanguíneos para labores de despistaje, es una parte importante de la evaluación de la salud de un paciente. Estos reactivos incluyen medir los niveles de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas, ácido úrico, proteínas séricas, electrolitos y una amplia variedad de otros compuestos. Estos reactivos sanguíneos son una forma útil de comparar la salud y la patología del paciente. Con los avances recientes en bioquímica y biología molecular, estas pruebas han crecido en confiabilidad, rapidez y exactitud.