Un calentador de bebés es un equipo clave en las unidades de cuidados intensivos neonatales, destinado a proporcionar al recién nacido una zona térmica confortable que mantenga su temperatura corporal entre 36 y 37 grados. Esto se debe a que cuando un bebé nace del vientre de su madre, que es una incubadora natural, necesita calentarse. Mantener la temperatura corporal del bebé en niveles normales es imprescindible para su salud. Si no, pueden sufrir hipotermia, lo que perjudicaría todas sus funciones corporales y orgánicas.
Los calentadores de bebés se utilizan habitualmente en las salas de partos y unidades de cuidados neonatales para proporcionar simultáneamente calor externo y acceso abierto a los recién nacidos. Inmediatamente después del nacimiento, los bebés se colocan de forma rutinaria bajo una luz radiante cálida para ayudar a estabilizar su temperatura hasta que puedan autorregularse. La monitorización y la reanimación pueden realizarse fácilmente desde el acceso abierto de un calentador radiante, junto con los procedimientos necesarios. Los calentadores para lactantes también se utilizan para pacientes en estado crítico que requieren una intervención constante de enfermería.